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Durante los 42 días en que estuvo ausente la exministra Ana Lya Uriarte, la Segpres no se cayó a pedazos ni la relación entre el Gobierno y la oposición llegó a un punto de no retorno. Por el contrario, las piezas de este constante juego de ajedrez que son las negociaciones del Ejecutivo con el Parlamento se movieron con pausa y en orden, de la mano de la subsecretaria de la Secretaría General de la Presidencia, Macarena Lobos. 

Así lo dijo la ministra vocera Camila Vallejo: “Este Gobierno no para en su trabajo y despliegue legislativo”. Frase que manifestó el mismo día en que Uriarte extendió su licencia médica por cuarta vez producto de una anemia. 

Su alto perfil técnico es uno de los primeros comentarios favorable que emanan al consultar por ella. Es abogada, licenciada en Ciencias Jurídicas y Sociales por la Universidad de Chile, diplomada en Estudios Avanzados y Doctora en Derecho por la Universidad Complutense de Madrid. Entre 1998 y 2006 trabajó como asesora en materias laborales y previsionales en el Ministerio del Trabajo y Previsión Social. Desde 2006 a 2010, ejerció como asesora jurídica de la Dirección de Presupuestos del Ministerio de Hacienda. 

Durante esos años generó lazos con personajes históricos de la ex Concertación y en particular con Andrés Zaldívar, de quien tuvo un respaldo constante a lo largo de su carrera en la que se encontraría repetidas veces con el histórico DC. 

Posteriormente, se desempeñó como Coordinadora Legislativa del Ministerio de Hacienda, luego asumió como subsecretaria del mismo ministerio hasta 2018 en el segundo mandato de Michelle Bachelet. 

Luego, fue asesora externa del Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias del Congreso Nacional. Fue candidata a la Convención Constitucional por el colectivo de Independientes No Neutrales, cargo al cual no logró ser electa. Fue en ese momento en que entró al equipo de la candidata presidencial Yasna Provoste a coordinar el equipo programático.

Cuando la senadora quedó fuera de carrera, Lobos se hizo parte del acuerdo de convergencia programática con el equipo del Presidente electo Gabriel Boric, con quien había generado una relación de confianza en la Cámara cuando el Presidente era diputado.

Aterrizó en la subsecretaría Segpres cuando Giorgio Jackson lideraba la cartera. El amigo cercano del Presidente no tuvo un buen desempeño porque logró entablar una relación fluida con los legisladores. Lobos, en cambio, tenía una relación mucho más aceitada con el Congreso dada su experiencia con el mundo de la ex Concertación y, su perfil altamente técnico, le permitió navegar esas aguas más tensas.  

La exministra Uriarte estuvo ausente para cuando el Congreso estaba tramitando la Ley Naín Retamal. Fue en ese momento en el que Lobos le sacó brillo al cargo junto a la ministra Carolina Tohá, el ministro Luis Cordero, la ministra Camila Vallejo y la ministra Antonia Orellana. 

Días antes de que el Senado votara la polémica ley, la ministra Tohá, Cordero y Lobos fueron a la sesión de la comisión de seguridad, liderada por el senador Felipe Kast, a presentar sus indicaciones. El rechazo de sus propuestas fue lapidario. Tanto así que los representantes del Gobierno se pararon en medio de la sesión. “”Hemos encontrado una disposición de poca apertura al diálogo en la mayoría de los integrantes de la Comisión de seguridad del Senado”, dijo la ministra del Interior.

El proyecto finalmente emana de la comisión para discutirse en sala a las 16:00 horas. En ese momento el equipo de ministras se desplegó con distintos sectores para volver a negociar indicaciones y poder resolver, por lo menos, los artículos que les parecían más problemáticos. “Si no fuera por Lobos, el Gobierno probablemente se habría quedado fuera de la Ley Nain Retamal”, advierte el presidente de la comisión de seguridad Felipe Kast. 

El ex candidato presidencial fue testigo y participó de manera activa en las negociaciones entre el oficialismo y la oposición. Desde ese momento que el senador Evópoli formó una “buena opinión de ella en su capacidad de construir acuerdos en temas complejos”. Más allá de su perfil técnico, Kast destaca que fue “su actitud de poca soberbia y mucha paciencia frente a las divisiones que tenía la misma izquierda en su interior” la clave para destrabar la tramitación de la ley. 

Es de amplio conocimiento que Lobos es una independiente cercana a la DC. El ex presidente del Senado e histórico de aquel partido, Andrés Zaldívar, la conoció muy de cerca cuando Lobos fue su asesora en la Cámara alta, trabajó con ella en CEPLAN y después  trabajaron juntos en el Consejo Resolutivo de Asignaciones Parlamentarias del Congreso Nacional.

Zaldívar, quien actualmente es candidato al Consejo Constitucional, destaca su “buena formación jurídica y su buen criterio”, incluso, por sobre lo que el ha visto en su larga trayectoria política. Para el exsenador, su carácter calza muy bien con la labor que hoy tiene que cumplir: “Tiene muy buen trato y muy buena llegada bastante convincente”.  Sostiene que su personalidad es muy afable, de bajo perfil, más “reflexiva”. Ahora, esa reflexividad no implica una suerte de inmovilidad, al contrario. Zaldívar sostiene que “siempre fue muy abocada al trabajo y muestra mucha precisión”.

Desde la derecha también destacan un modo muy profesional y honesto a la hora de negociar las propuestas del Gobierno. El diputado y jefe de la bancada RN, Frank Sauerbaum, no tuvo muchas oportunidades de trabajar con Uriarte dado que él asumió la jefatura poco antes de que la ministra presentara su primera licencia. El único intercambio que tuvo con la ministra fue en el hemiciclo cuando ella se acercó para presentarse dado que Sauerbaum había asumido hace poco como jefe de los diputados y diputadas RN. 

Con Lobos ha logrado elaborar una relación activa. “Ella se ve mucho más aplicada, interesada en conocer nuestra posición y cada vez que tiene una duda se acerca a nosotros”. Lo que destaca el RN es la deferencia constante al tratar de entablar un diálogo en un tono de respeto: “Ella sabe que podemos tener una posición a favor o en contra pero por lo menos se da el trabajo de dar a conocer la posición del Gobierno. Ella no parte de la base que vamos a decir que no y eso es importante.”

 Lo que reconoce Sauerbaum es “que es aplicada, interesada en lo que hace y trata de convencer entregando su punto de vista”. Otra diferencia que ha escuchado en el Congreso es que “Lobos tiene un mejor trato que Uriarte, es más deferente y preocupada, por lo menos con la gente de la oposición”.

Si la gran diferencia que tenía la subsecretaria Macarena Lobos con la renunciada ministra Uriarte era su falta de redes con el mundo de la centroizquierda, esta diferencia seguirá dándose luego que el Presidente Boric eligiera como nuevo ministro al expresidente del Senado, Álvaro Elizalde, que al igual que Uriarte viene del mundo de la ex Concertación y particularmente de la ex Nueva Mayoría.

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