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Una semana en que la agenda de seguridad se tomó la discusión política coyuntural. La inflación, el estado económico del país y la discusión constituyente no generan noticia. El presidente de Comunes, Marco Velarde, asume que fue una semana intensa y que efectivamente la seguridad llegó como avalancha esta semana y los forzó a cambiar la agenda política a todos. Tras el despacho de una serie de proyectos de seguridad en la Cámara de Diputados, Velarde asume que, si bien se lograron cosas importantes, “no todo es un avance y  ante circunstancias difíciles también hay una agenda oportunista” de la oposición.

Velarde -y Comunes- no son los únicos en levantar las alertas respecto a la ley aprobada el miércoles. A parte de las dos disputadas de su partido que votaron en contra, Claudia Mix y Camila Rojas, el mismo ministro de Justicia, Luis Cordero, y la directora del Instituto Nacional de Derechos Humanos, Consuelo Contreras, advierten que el artículo que concede la presunción del uso justificado de armas de servicio a Carabineros, presenta un problema. “Condiciones de riesgo” para personas y policías, dijo Cordero. Para Contreras, el artículo  “se inclina desproporcionadamente hacia Carabineros”.

El presidente de Comunes, cree que esta semana se ha avanzado en materias necesarias para el avance de la seguridad en el país, pero que la Ley Naín-Retamal proviene de la derecha y que la oposición ocupa el escenario actual para hacer avanzar su “agenda represiva”. El hecho de aplazar la semana distrital para discutir siete proyectos en una semana, desordenó los debates internos y permitió una discusión rápida y no tan profunda. 

Sentado en la nueva cede del partido cerca del metro Matta, luego de que tuvieran que cambiarse por el allanamiento de Carabineros tras el caso Karina Oliva, Velarde valora el actuar del Gobierno y asume que la mirada que hoy se tiene respecto a la seguridad responde a una reflexión que ha tenido el oficialismo al estar a cargo, pero que la línea crítica siempre estará en la garantización y protección de los DD.HH. 

-¿Cómo fue esta semana con una intensa agenda de seguridad?

-Si bien la seguridad es una de nuestras prioridades, quizá hoy día es la prioridad número uno de  la ciudadanía, pero también tiene que ser la prioridad número uno de toda la política para enfrentar y ganar en la batalla al narcotráfico y el crimen organizado. Si nosotros no solamente tenemos acciones para enfrentarlo, sino que también vamos demostrándole a la ciudadanía que estamos ganando esta batalla, es evidente que la ciudadanía va a apoyar al Presidente y va a ver con sus propios ojos que la política les sirve. Creo que parte de la crisis de la política es que muestra muy poco que sirve para enfrentar los problemas cotidianos de la gente. Que hoy día es la seguridad y acá no hay excusas para decir que no estoy preparado o no está en mi programa. 

-¿Considera positiva la jornada del miércoles en que se aprobó el proyecto Retamal-Naín en la Cámara de Diputados?

-Quiero evaluar puntualmente lo que pasó ayer. Nosotros no creemos que hayamos avanzado en una dirección correcta con la aprobación de la ley Naín-Retamal, pero hay una mirada más larga que tiene que ver con lo que se ha hecho en seguridad, con lo que ha hecho el Gobierno y con la agenda que se está trabajando a nivel político para enfrentar este tema.  

De base, estamos observando un problema que se viene arrastrando desde hace tiempo en la sociedad. Delitos muy violentos y un tipo de criminalidad que no existía antes en Chile como el narcotráfico y el crimen organizado. Este tipo de delito no lo habíamos visto como hoy. No estábamos preparados como Estado para enfrentarlos y eso es cierto. Nuestras policías no tienen la preparación, los equipos, la inteligencia y el financiamiento para enfrentar este nuevo tipo de delitos. De eso nos estamos haciendo cargo, de eso nos dimos cuenta siendo Gobierno. Hoy día hay una especial dedicación para modernizar nuestras policías, tengan más financiamiento y también tengan más respaldo político para enfrentar esta batalla. 

-¿Hay avances en ese ámbito?

-Hay que considerar también que no todo es un avance y que ante circunstancias difíciles también hay una agenda oportunista que van en  la dirección contraria para enfrentar los desafíos que tenemos hoy. A eso me refiero puntualmente con la ley de Nain-Retamal que es una agenda de la derecha que no resuelve los problemas actuales porque no van en línea con el resguardo del Estado de derecho ni a las policías. 

Hoy los policías no están preparados para tener más atribuciones para usar su arma. Es una institución que ha tenido problemas al respecto, que necesita mayor capacitación. Nosotros vimos en el estallido social que falta preparación, falta apegarse a los protocolos y también a los DD.HH. 

La derecha nos quiere llevar a una discusión sobre seguridad que solo dice que tenemos que apoyar ciegamente a las policías, pero no les está dando herramientas para que pueda enfrentar la criminalidad que hay hoy en día. Entonces creo que la agenda de derecha se ha equivocado, que es regresiva y que puede ser peligrosa en un futuro para las personas y para las policías. 

-La diputada Emilia Schneider, ex Comunes y hoy Convergencia Social dijo que “es lamentable que hayan sectores que utilicen políticamente a Carabineros, que usen a la muerte de una mujer para su agenda política”, apuntando a la derecha. ¿Cree que es así? ¿Comparte ese criterio?

-Creo que la derecha ocupa esta oportunidad para que avance su agenda represiva. La ley Nain-Retamal es una agenda de la Derecha y está usando el escenario de seguridad, este hecho puntual, pero también todo lo que está sucediendo oportunistamente en beneficio de su agenda y así puedan tener réditos electorales en el futuro. Yo no digo que esta sea todas las derechas, hay personas de la derecha que quieren colaborar y que están dispuestos a trabajar por hacer de esto una política de Estado, pero lamentablemente hay quienes prefieren, por ejemplo, bajarse del acuerdo transversal por seguridad sólo para hacer un punto político. 

Creo que hoy día la agenda de seguridad no es el lugar para hacer puntos políticos, no es el momento para que la política muestre señales de estar fragmentada. En este tema tenemos que actuar en conjunto, pero evidentemente tiene que haber una discusión sobre qué tipo de medidas de seguridad necesitamos porque no todas avanzan en una dirección correcta y fortalecen la democracia. Por ejemplo, las medidas de seguridad no pueden ir en contra de los DD.HH.

-¿Cree que el oficialismo hoy día ha madurado respecto al tema de seguridad?

-Hoy día tenemos otra responsabilidad sobre los problemas de seguridad. Ya no somos espectadores, hoy estamos a cargo de resolver los problemas de seguridad entonces no podemos quitarle el poto a la jeringa. Tenemos que hablar con hechos y es evidente que desde el lugar en el que estamos hablando, sobre todo el Presidente, tiene que demostrarle a la ciudadanía autoridad y confianza. Él, junto a su equipo político, tienen que ofrecer las mejores respuestas a la ciudadanía. Creo que hay que hacerlo responsablemente, en el largo plazo y, a veces, con un trabajo más silencioso que mostrando iniciativas efectistas comunicacionalmente, que no atacan el problema de fondo y que sólo pasan gato por liebre. Hacer ver que se ataca un problema cuando, en el fondo, no se ataca nada. Me refiero puntualmente a lo que pasa con el alcalde Carter en La Florida. 

-El Presidente Gabriel Boric anunció que acompañará “personalmente en procedimientos” policiales a Carabineros luego del responso de la sargento Rita Olivares ¿No existe algo performático ahí respecto al tema de seguridad?

-Tenemos que demostrar que se están haciendo las cosas. No podemos esperar los resultados, si no que en el proceso tenemos que saber comunicarle a la gente que se está atacando el problema de la seguridad, que nos estamos enfrentando contra el narco y contra el crimen organizado. Todo lo que pueda ayudar a comunicar esto, efectivamente, sirve y creo que es uno de los problemas que más ha tenido el Gobierno, comunicarle a la ciudadanía que se están haciendo las cosas para resolver el problema. Hay que ser efectistas, pero por sobre todo efectivos para resolver los problemas de fondo. 

-Usted está alineado con el Gobierno en el tema de la seguridad, pero no parece así después de ver la votaciones de las diputadas de Comunes que rechazaron el artículo que concede la presunción del uso justificado de armas de servicio. ¿Existe una línea crítica en el partido?

-Creo que nuestra línea crítica de defensa son los Derechos Humanos. Venimos de un lugar político donde los DD.HH. son un punto de inicio para una conversación democrática y libre. Resguardar eso, el Estado de Derecho y la democracia para nosotros es fundamental. Por eso es importante que no se atente contra la seguridad de las personas o contra los DD.HH. Eso no sería efectivo porque podemos entrar en un espiral de medidas que aumenten la desconfianza, la violencia e incluso el autoritarismo. Con solo medidas punitivas populistas, vamos a avanzar en hacerle daño a nuestra democracia. 

-La ministra Tohá hizo un compromiso y advirtió que ingresarán indicaciones en el Senado para arreglar ciertos aspectos de la ley que generan ruidos en el oficialismo. ¿Considera eso una garantía? ¿Si es así, por qué el voto en contra de las diputadas?

-Creemos que el Gobierno va a hacer todos los esfuerzos y va a dialogar con todos los actores políticos. En eso espero que la derecha también esté dispuesta a corregir esta ley. Nuestras diputadas también tienen un compromiso y tienen valores que a la hora de ejercer su voto no pueden defraudar. Nosotros siempre fuimos muy claros con el Gobierno y con la bancada, respecto a que no íbamos a apoyar esta ley, tampoco la apoyamos en el pasado. Nosotros seguimos firmes con parte de nuestras convicciones a las cuales no vamos a renunciar. Pero no se trata sólo de convicciones, , nosotros estamos firmemente convencidos y conscientes que este proyecto no está bien y no le hace bien al país. Nuestro rechazo no es un portazo, es a que nos hagamos cargo de los problemas de seguridad, porque nuestro voto si está asegurado para el control de armas, para aumentar las penas del sicariato, para mejorar medidas en torno a la migración, pero nuestro voto no va a estar para leyes que no cumplan estándares mínimos democráticos. 

-La derecha ha logrado capitalizar el tema de los indultos y la seguridad sin costos políticos luego de retirarse de la mesa de seguridad. ¿Qué opinión merece esto cuando ellos resultan ser los impulsores de la Ley Naín-Retamal y después es aprobada con votos del oficialismo?

-Le es cómodo a la derecha ocupar el lugar de oposición sin hacerse cargo del momento social de seguridad que dejaron tras el Gobierno de Piñera, se han hecho  los lesos con la responsabilidad que tienen. No es que uno quiera culparlos todo el día con el dedo, pero que se sumen a ayudar y solucionar esta problemática. La derecha ha sido incapaz de pensar una política de seguridad seria que no vulnere la protección de derecho y libertad. La seguridad que ellos proponen, es a costa de la seguridad de la gente y yo creo que esa es nuestra principal diferencia con ellos, con la agenda represiva. 

Por ejemplo, no hay una explicación respecto a que ellos crean que la agenda de seguridad es lo más importante y que hayan votado en contra de la reforma tributaria que le daba más recursos para mejorar la labor de Carabineros. 

-¿Por dónde cree que debería ir el camino de los avances? 

-Lo primordial es que haya una agenda que avance, que los proyectos de seguridad se discutan en el Parlamento.  Que haya una discusión social, una agenda de Gobierno y un acuerdo entre todos los actores de la sociedad que permita que la seguridad se ponga en discusión y tengamos medidas concretas. Creo que tiene que haber una institucionalidad de carácter gubernamental, un Ministerio de Seguridad. Debería haber una política de modernización de las policías que permita tener mejor formación, más recursos y mejor distribución de las policías. También una formación de fuerzas especializadas que combatan el narcotráfico y el crimen organizado. Necesitamos fortalecer nuestra inteligencia para que ataque los problemas. Está anticuada y estaba preparada para momentos donde los enemigos eran otros. En el Gobierno de Piñera se culpó a los K-pop, por ejemplo. Tiene que haber una política seria de Estado que supere la crisis de legitimidad que hay en la institución de Carabineros, pero que al mismo tiempo,  se respalde políticamente fortaleciendo su labor, modernizando, capacitando y dotar de más recursos para poder combatir los problemas de criminalidad  que hay en Chile. 

¿Cómo interpreta la reflexión del Presidente Gabriel Boric luego de asistir al responso de la sargento asesinada? ¿Qué revisiones se hacen respecto a la manera que se criticó a Carabineros en el estallido social y respecto, por ejemplo, al símbolo del “mata pacos” tan discutido últimamente?

-El Presidente está hablando desde el lugar que ejercer. Es distinto Gabriel Boric diputado al que es Presidente, los problemas se miran desde un lugar distinto, no estás representando sólo la oposición, eres representante de todos los chilenos. Tiene que saber comprender los dolores de todos. Entiendo que fue valiente ir al responso, pero más que eso, era su responsabilidad y tenía que estar ahí. Al final del día, esa carabinera, y todos los efectivos policiales, cumplen esa labor de la defensa del bienestar y la defensa de la ciudadanía. Esa relación que tenemos con las policías nos lleva a una reflexión que no puede quedarse solo en la crítica de la actuación de los Carabineros porque una democracia y un Estado de derecho necesita de las policías. 

Tenemos que avanzar para superar la crisis y para que nuestras policías sean legítimas y puedan cumplir con los desafíos de hoy. Nosotros, el oficialismo, el Frente Amplio, no puede quedarse en una posición de crítica a los Carabineros, tenemos que ser parte de la solución porque estamos a cargo. Nuestra reflexión tiene que partir de ese lugar. 

-¿Y en caso de volver a ser oposición?¿ Dónde queda esa reflexión? 

-En medio de la revuelta social hubo violaciones a los DD.HH. por parte de efectivos policiales. Los casos de Fabiola Camillay y Gustavo Gatica no son inventos nuestros. Es una crítica que nosotros hicimos a hechos puntuales y de los que uno no se puede quedar solo ahí sino que también se tiene que avanzar en soluciones y en policías que respeten los DD.HH.  Han ocurrido escándalos en la institución de Carabineros, como los desfalcos y fraudes. Entonces son críticas que uno hace a actuaciones particulares, también a la institución en general, pero que hay que cambiar. Eso no desconoce a los cientos y miles de Carabineros que están cumpliendo su labor para que la vida de los chilenos sea segura y tranquila. Creo que nosotros debemos no generalizar esa crítica y hacernos cargo, concretamente, de los problemas.

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