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Luego de presidir la comisión de Educación de la Cámara de Diputadas y Diputados durante 2022, Juan Santana (PS) contó con el respaldo de la bancada de su partido para asumir un nuevo desafío, al alero del acuerdo administrativo firmado recientemente entre las diferentes fuerzas políticas que permitió un nuevo diseño en la organización de las comisiones- tanto en la Cámara como en el Senado-. De esta manera, Santana se convirtió en el nuevo presidente de la comisión de Trabajo, un espacio clave para el Gobierno, pues allí se discutirá el trámite de su proyecto social más importante: la reforma sistema de pensiones, iniciativa que para el Ejecutivo resulta prioritario sacar adelante.

Al respecto, y con el objetivo de destrabar el proyecto- sobre todo después del fracaso de la reforma tributaria-, el Ejecutivo propuso una “mesa técnica” en pensiones, cuya convocatoria abierta busca impedir otro fracaso legislativo. El espacio- encabezado por Santana- tiene plazo de un mes para generar propuestas que puedan transformarse en indicaciones. Sin embargo, a la primera cita técnica, organizada la semana pasada, no asistió ningún representante de Chile Vamos, y pese a que las ministras Jeannette Jara (Trabajo) y Ana Lya Uriarte (Segpres) evitaron criticar a dicho bloque y le invitaron al diálogo, el tono del diputado Santana fue mucho más confrontacional.

“Hay un ánimo de empantanar el esfuerzo que fue presentado por parte del Gobierno y esa explicación se la deben al país (…) ¿Están defendiendo los intereses de las AFP, el actual modelo?”, se preguntaba el parlamentario socialista, dando muestra de un liderazgo- que según advierten algunas voces oficialistas- podría ser “complejo”, considerando el desafío de buscar un eventual acuerdo en materia de pensiones. En diálogo con El Mostrador, el diputado se refirió a los principales desafíos vinculados a esta emblemática reforma del Gobierno del Presidente Boric, cuya discusión reemerge, precisamente una semana después del duro revés que significó para el Ejecutivo la decisión del Senado de rechazar la idea de legislar la reforma tributaria.

-¿Cuáles son sus principales expectativas previo a asumir la presidencia de la comisión de Trabajo? ¿Qué proyectos de Ley corresponden a las prioridades legislativas del Gobierno en materia laboral? 

-Estoy muy contento de representar a la bancada del PS en este desafío, porque entre otras cosas,  hay muchas tareas que en el contexto de la comisión de Trabajo nos va a tocar abordar. Sin ir mas allá, este martes 21 de marzo se termina de tramitar en el Senado el tan esperado proyecto de reducción de la jornada laboral- el proyecto de las 40 horas- que va a tener que volver a la Cámara para su último trámite, y esperamos nosotros ahí en la comisión de Trabajo darle una rápida tramitación para que se pueda convertir en Ley antes del 1 de mayo, que nos parece que tal como lo ha señalado el Gobierno, es una fecha emblemática.

Pero además, hay una serie de iniciativas en materia legislativa que el Gobierno contempla, y me parece que son relevantes desde el punto de vista de fortalecer las condiciones laborales de los trabajadores y trabajadoras en Chile. De hecho, el propio subsecretario del Trabajo (Giorgio Boccardo) anunció una reforma cuya objetivo es poder alcanzar la negociación ramal en nuestro país, que es indispensable para mejorar la condición laboral de quienes se desempeñan en industrias o en actividades con un alto número de trabajadores, tales como el retail o la actividad minera. Y por lo tanto también es una demanda histórica del mundo sindical que nosotros esperamos que se pueda materializar.

-¿Qué tan importante resulta para el Gobierno sacar adelante esta reforma? ¿Considera que es el momento adecuado para su discusión? ¿Es viable adelantar el avance de su trámite legislativo en el Congreso para 2023?

-Sin lugar a dudas, la reforma al sistema de pensiones, tal como lo hemos señalado en ocasiones anteriores, debe ser sin exagerar la principal reforma de esta administración, una reforma que lamentablemente en dos oportunidades anteriores ha fracasado. Nosotros creemos que no hay ninguna excusa para seguir dilatando una modificación en nuestro sistema previsional que permita que las personas mayores alcancen mejores ingresos. Eso hablando de urgencias ciudadanas, hablando de prioridades por parte del Ejecutivo, nos parece que es lo principal, y por eso también hemos señalado que en cuanto finalice el trabajo de esta comisión técnica constituida por el Ejecutivo- que se dio plazo de un mes para funcionar- nosotros vamos inmediatamente a darle tramitación a la reforma de las pensiones, porque nuestro objetivo principal es que ésta avance y se pueda materializar, y que ojalá durante este año contemos con una reforma al sistema de pensiones que permita ingresos mas dignos para los adultos mayores de Chile.

-¿Cómo puede hacer el oficialismo para en este caso evitar un fracaso similar al de la reforma tributaria, cuya idea de legislar fue rechazada recientemente en la Cámara?

-Creo que hay dos tareas que hay que cumplir. Una de carácter político, que está dentro de las funciones que debe realizar el Gobierno, particularmente el Ministerio Secretaría General de la Presidencia (Segpres), en orden a dialogar y profundizar ese diálogo con actores de la oposición, con el PDG, con la bancada de los ex parlamentarios de la DC. Y cualquier insumo que desde esos espacios se pueda hacer, va a ser valioso, por eso nosotros valoramos que en la mesa técnica que se constituyó esta semana, hayan participado parlamentarios del PDG, además de los diputados Eduardo Durán y Francisca Muñoz- que incluso sin la presencia de Chile Vamos- estuvieron presentes y manifestaron la voluntad de contribuir en esta reforma. Por lo tanto, yo creo que el Gobierno tiene que hacer un gran esfuerzo en poder dialogar con ellos, y si es que hay voluntad por parte de Chile Vamos más adelante, bienvenido sea.

-¿Considera necesario para el Gobierno optimizar la difusión de la reforma al sistema de pensiones? ¿Cómo puede mejorar ese proceso?

-Evidentemente, hay una tarea que nos corresponde a los parlamentarios y a los partidos políticos de Gobierno, que tiene que ver con cómo somos capaces de difundir las reformas y el impacto que éstas van a tener eventualmente en la población. Yo recordaba por ejemplo cuándo se rechazó la reforma tributaria, el ministro Mario Marcel señalaba que el rechazo de esta reforma iba a impactar finalmente en el aumento a $250.000 pesos de la Pensión Garantizada Universal (PGU). El impacto que eso tuvo en la población, el dimensionar los efectos que el rechazo a una reforma tan importante iba a tener, seguramente es una tarea que se debió hacer con anterioridad. Yo creo, y es lo que le he manifestado a diferentes autoridades de Gobierno, que es necesario que el Ejecutivo empuje una campaña nacional acerca de la reforma al sistema de pensiones.

-¿Cuáles son, a su juicio, los principales avances y aspectos positivos de esta reforma previsional?

-Creo que lo que esto pudiera significar para los adultos y adultas mayores- que cuentan con ingresos más precarios de nuestro país- es tremendamente relevante, pues estamos hablando del aumento, no solamente de la PGU, sino que estamos hablando de la creación de un seguro social que va a permitir el aumento en las pensiones, también de aquellas personas que por distintas razones no pudieron cotizar durante su vida laboral. Estamos hablando, por ejemplo de las mujeres jefas de hogar, que por cumplir una labor de cuidado en sus casas o en otros hogares, no tuvieron la posibilidad de generar ingresos para sus pensiones futuras. Estamos hablando de los trabajadores independientes e informales, que por distintas razones tampoco pudieron hacer esta contribución en su seguridad social. Estamos hablando de que por primera vez el Estado va a crear un principio de seguridad social que va a contribuir en el aumento de estas pensiones, por lo que me parece que junto con ello, el que se separe la industria que hoy día monopoliza las AFP- en tanto estas pueden administrar las cuentas de los cotizantes, pero al mismo tiempo pueden invertir sus fondos- me parece también que es tremendamente relevante.

-¿A qué se refiere con esta idea de “separar” la industria? 

-Hace un tiempo, el ministro Marcel, en la comisión de Trabajo, ejemplificaba lo virtuoso que es la separación de la industria, comparándolo con lo que ocurrió a inicios de los años noventa con la industria energética, la que hoy día tiene por separado una industria en materia de generación, otra en materia de traslado de energía, y otra en materia de distribución.  Y claro, al día de hoy,  somos- ni más ni menos- un país que exporta energía. De la misma manera, en este caso se trata de desmonopolizar algo tan importante como la seguridad social, lo cual también permite ir mejorando el rendimiento de nuestros ahorros por parte de quienes los administran, y por lo tanto, me parece que ésta es una reforma integral, y que creo que a diferencia de lo que se ha dicho por parte de personeros de Chile Vamos, está completamente desideologizada.

-¿Pero cómo responde a las críticas de la oposición respecto a la propiedad de los fondos y su heredabilidad, entre otros aspectos de la reforma que han sido permanentemente cuestionados?

-Uno pudiese, por ejemplo, expresar con mucha claridad que en cuanto a los ahorros individuales, su propiedad se respeta y va a seguir siendo de los trabajadores, así como también se respeta la heredabilidad. Es decir, los ahorros individuales de cada trabajador van a poder seguir siendo heredables. Pero además, avanzamos en un principio que no necesariamente defendió la izquierda durante todos estos años, que es la posibilidad de elegir. Y a diferencia de lo que ocurre hoy con el actual sistema- en donde la única vía que tenemos son las AFP-, esta reforma entrega la posibilidad de que privados puedan seguir ofreciendo esta alternativa de administrar los ahorros individuales de los trabajadores, pero además crea una institucionalidad pública que también va a poder cumplir esta labor.

Ahora bien, quien finalmente tomará esa decisión acerca de cuál organismo va a administrar los ahorros individuales, será en definitiva el trabajador. Es decir, se avanza en la posibilidad de que los afiliados y cotizantes elijan, y por voluntad personal, determinen que organismo va a administrar sus ahorros individuales. Creo que ese es un avance sustancial en cuanto al principio de la libertad de elegir de las personas, y que- insisto- es un principio que no necesariamente defendió la izquierda durante los últimos años, y por lo tanto, es una clara muestra también de que esta no es una reforma ideologizada- como se ha querido decir-, sino que es una reforma integral que incorpora elementos que fueron aportes de distintos sectores políticos.

-Y en ese sentido ¿Cómo se puede dialogar con la derecha? ¿Cuáles son los posibles puntos de encuentro en la discusión sobre materia tributaria? ¿En qué debiese estar centrado dicho debate?

-Creo que la posibilidad de conversar con ellos (oposición) debe estar siempre, de forma permanente, pues de eso se trata la tramitación de un proyecto y esa es una de las labores que por cierto tiene el Gobierno. Ahora bien, yo hacía mención a las características de la reforma al sistema de pensiones, solamente para develar que ésta en su contenido también plantea aspectos que fueron propuestos, particularmente por los sectores de derecha, por ejemplo en el marco del proceso constituyente. Una de las cosas que más se escuchaban durante ese proceso en materia previsional, era la necesidad de avanzar en la propiedad y en la heredabilidad, más la posibilidad de elegir. Y claro, asumiendo que uno de esos principios en el actual sistema no existía, esta reforma lo plantea, lo cual por supuesto que es un avance y una consideración del Gobierno a la hora de presentar una reforma, recogiendo las distintas miras políticas que pueden haber.

Pero pienso que es necesario que el Ejecutivo cumpla una labor informativa. Yo he estado informando acerca de la reforma a las pensiones y creo que al margen de los debates políticos que las instituciones podamos dar- en materia de separación de industria, en materia de creación del seguro social, en materia del principio de solidaridad-, hoy la prioridad para las personas mayores de nuestro país es que las pensiones aumenten. Por lo mismo, en mi opinión, el debate debe estar centrado en cómo aumentamos las pensiones de las personas mayores, y aquí rige por supuesto el principio del ideólogo chino Deng Xiaoping, en orden a que “no importa que el gato sea negro o blanco; mientras pueda cazar ratones es un buen gato”. Y a mi me parece que esta reforma contempla y considera varios aspectos que defienden distintos sectores políticos, y a través de distintas vías busca aumentar las pensiones. Yo creo que, por tanto, la tarea del Gobierno es seguir profundizando esos diálogos con la oposición, pero me parece que el trabajo con la sociedad civil- para que los proyectos cuenten con un respaldo mayoritario en la población- es indispensable.

-¿A qué se refiere?

-Un muy buen ejemplo de aquello es el proyecto de 40 horas laborales, que inicialmente tenía mucha resistencia por parte de distintos sectores políticos y que hoy en el Senado- terminando la última etapa de su tramitación- cuenta ni mas ni menos con el apoyo y el respaldo unánime por parte de todos los senadores, después de que se aprobara con unanimidad en la comisión de Hacienda. Creo que es un ejemplo bastante develador para dar cuenta de que cuándo una iniciativa cuenta con el respaldo popular, eso también puede traducirse de mejor manera en el Parlamento. Pienso que es indispensable que el Gobierno pueda realizar un esfuerzo mayor, pues creo que en materia tributaria, derechamente fue una función que no se hizo, y el Gobierno estuvo al debe en difundir los impactos que tenía consigo el rechazo de la reforma tributaria. Al respecto, me parece que el Ejecutivo debe intentar difundir- con mucha firmeza- los alcances virtuosos que tiene para la población la reforma al sistema de pensiones.

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